9 de agosto de 2011

COCKTAILS & SNACKS: 41º



Hace unos días tuve el placer de vivir una experiencia gastronómica digna de mención. Era el cumpleaños de mi pareja y quería llevarle a un sitio especial. Intenté reservar en el Tickets Bar, el restaurante de tapas de Ferrán y Albert Adrià y los hermanos Iglesias, pero fue del todo imposible pues tienes que reservar con 3 meses de antelación y tener mucha suerte. Cómo no pudo ser pensé en probar el local de al lado, el 41º. Se trata de la coctelería de los hermanos Adrià dónde ofrecen cócteles acompañados de los snacks del Bulli.

Para asegurarme, hice la reserva por internet y no sin ciertas dificultades conseguí realizarla. Sólo se puede reservar por internet, a través de la web. Está ubicado en el Paralelo, una de las arterias principales de Barcelona y que fue símbolo de diversión en la posguerra por la cantidad de bares, teatros y cabarets que había en la época.


Realmente no esperaba lo que me iba a encontrar. El 41º está colindante con el Tickets Bar. El Tickets hace esquina y en la entrada puedes ver a su portero al más estilo circense que te atenderá y acompañará hasta la coctelería. Para llegar al interior de la coctelería es necesario cruzar el Tickets y me encantó tener que hacerlo: está ambientado cómo si fuera una feria! Tiene 6 barras temáticas: “La dulce”, “El garaje”, “El camarote de los hermanos Marx”, “Nostromo”, “La estrella” y la “Zona del Mar”. Cuánto menos, es curioso. El recorrido termina con aire misterioso tras la cortina que esconde la fábrica de combinados Bulliniana.

Al entrar puedes elegir sentarte en la barra o en una mesita con sofás (siempre que haya libres, claro). Todo tiene su encanto: en las mesas se está quizás más cómodo pero en la barra puedes disfrutar viendo a los cocteleros en pleno espectáculo. El local no es muy grande, la luz es tenue y suena buena música. Simula un plató de cine y está decorado al más puro estilo industrial sin llegar a ser impersonal. A mi, personalmente, me gustó y me sentí de cine, nunca mejor dicho.

Enseguida te traen la carta de bebidas y snacks para que puedas elegir. Los cócteles, bastante clásicos, fue fácil: un Margarita y un Caipirinha (12€/u). Pero cuando llegó el turno de elegir los snacks, la cosa se complicó por la diversidad y por lo exótico de los ingredientes. Abundan las ostras y el caviar a precios que rondan alrededor de 5€ la ostra y 13,50 los 5g de caviar. Luego hay diferentes snacks que oscilan entre los 1,60 y los 7€. Nosotros decidimos probar 2 tipos de ostras: con ponzu de yuzu y huevas de salmón unas y con consomé picante de pollo y Kimchi las otras. A cada cuál más buena! Lo que más me sorprendió es el pescaíto frito. Cada vez que te traían un plato, te explicaban qué era, qué llevaba y cómo estaba hecho. Cuándo trajo el pescaíto dijo: “…pescaíto frito, pero no es pescaíto…”. Eran unas cortezas de arroz y algas deliciosas. Y vaya si sabía a pescaíto frito! Sí, señor! Buenísimo!


Pedimos también algas con quinoa, viaje nórdico (tostadaa de ternera ahumada), corte de parmesano con mermelada de limón (sorprendente no, lo siguiente!) y de postre unos mashmarrows de lima y coco que me dejaron sin aliento. Son unas nubes de textura indefinible y con un sabor muy refrescante que inducen irremediablemente a su adicción. Sorprendentes y altamente recomendables. Entre tanto esnack intercalamos dos mojitos que ayudaron a discernir sabores conocidos, caprichosos e imposibles. Toda una experiencia!

Gastronómicamente genial, un cúmulo de buenas sensaciones, texturas mágicas y mejores sabores en un ambiente acogedor y relajante. En cambio, los cócteles, aunque deliciosos, nada originales ni con efecto sorpresa; ni siquiera en los nombres. Ideal para picar algo antes o después de cenar.

Para los que, como yo, no hemos estado a tiempo de visitar el Bulli, puede ser una oportunidad por aproximarse a la cocina de laboratorio del Bulli. Ahora a la espera de tapear en el Tickets. Tengo reserva el 5 de noviembre. Ya os contaré mi experiencia… 

2 comentarios:

  1. Delicioso placer el de la comida. Arrastra y arrasa los paladares inundando de sensaciones las mentes y los cuerpos de los enamorados de lo mejor.
    Los que seguimos la trayectoria de la mejor cocina del mundo nos interesamos por este tapeo experimental de la familia Bulli.
    Una buena descripción para los que no hemos podido ir todavía. Cualquier guía gastronómica podría incluirlo y el trotamundos de las buenas mesas se podria sentir transportado y oler, ver, sentir, tocar, paladear e incluso probar este pescaíto frito al uso del mismo Cadiz.

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  2. Gracias por leer mi crítica! Vuelvo de mis ansiadas y ya lejanas vacaciones por el norte de España y con un montón de lugares para recomendar y degustar. Hay que ver lo bien que se come en España! Saludos!

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